domingo, 19 de agosto de 2018

Ciudad Real 18/08/2018

La salida a hombros de Daniel Luque y Álvaro Lorenzo. 

Los que tenemos la fortuna de ver a Daniel Luque en sus tardes de importancia somos unos privilegiados. Es un torero con mucha personalidad y estilo, pero también con aptitudes y una gran capacidad para poder hacer lo que quiere delante de los toros. Aún asi, parece que debido a motivos muy distintos los aficionados se han olvidado un poco de él y, como consecuencia, se ha quedado fuera de muchas ferias y muchos carteles importantes. Pero uno de los sitios donde parece que no le han olvidado y donde suele triunfar cada año es Ciudad Real. Hoy el sevillano ha seguido su buena racha en este coso, cortando tres orejas -que fácilmente pudieron haber sido cuatro- de una importante corrida de José Luis Pereda y saliendo a hombros junto a Alvaro Lorenzo. 

La tarde comenzó bien con un toro bien hecho que derribó el caballo de picar. Luque tuvo que ir a los medios para recogerlo con el capote pero pudo lucirse con un quite por chicuelinas después de que la res había sido picado, dejando patente su estilo y torería en el toreo de capa. Inició la faena de muleta por estatuarios y bonito toreo por bajo. Fue un animal que humillaba y tuvo mucha calidad que fue bien aprovechado por Luque en una faena de gusto, empaque y estilo por ambos pitones. Terminó con naturales sin el ayudado en la mano derecha y después se puso a someter al toro, pasándolo por bajo con una rodilla doblada antes de ir por la espada. Llevo un trofeo que fácilmente pudiera haber sido dos si no fuera por el pinchazo que procedió a la estocada. 

El cuarto fue un toro negro que también apuntaba sus buenas hechuras de salida. Al principio no demostraba tener mucha bravura, aún así, empujo un poco en el peto y comenzó a embestir bien en banderillas cuando fue aplaudido Juan Contreras por su destacada actuación con los palos. Luque impuso su mando en las primeras series con la muleta en la mano derecha, dejando la tela en la cara del toro para recoger el toro al final de cada pase y traerlo de nuevo. Fue con la izquierda cuando se vio la gran transformación del toro durante la lidia, que había crecido ante el castigo. Luque lo llevó largo en naturales largos y templados, llenos de empaque. Mandó parar la música para disfrutar con la conexión con el público en el último tramo de la faena. Después de la estocada el toro no se dobló como anticipaba el torero, aún así, cortó las dos orejas. 

Daniel Luque fue acompañado en su salida a hombros por Álvaro Lorenzo. El toledano obtuvo tres premios como reconocimiento a sus dos faenas, los cuales fueron realizados ante animales con más complicaciones y dificultades que el lote del sevillano, no obstante, las ganas y buenas maneras de este joven diestro le sirvieron para estar por encima de sus adversarios. Cortó la primera oreja al tercero, un toro con que mostró su firmeza y seguridad, recibiéndolo con verónicas de manos bajas y adelantando la pierna para llevarlo hasta los medios. Pese a que fue un toro de poca clase y entrega Lorenzo lo obligó por el pitón izquierdo, sacando pases de gran quietud y firmeza. Mando sobre el castaño hasta que decidió acortar mucho las distancias en los últimos pases y finalizar con ayudados por alto.

El sexto de la tarde no parecía ser un animal para cortarle las dos orejas, sobre todo cuando frenaba en los primeros muletazos, mostrando sus pocas ganas de embestir. Pero Alvaro Lorenzo lo consiguió a base de oficio, temple y mucha paciencia. Poco a poco iba conVenciendo al toro para que siguiera los vuelos de la muleta hasta que pudo ligar series templadas, de poso y maestria cuidadosa que hicieron sonar la música. Fue una faena del toreo típico de Lorenzo, con el compás abierto y la pierna adelantada para imprimir calidad y clasicismo a los profundos muletazos que componen sus faenas. La estocada hizo al toro doblar sin puntilla y el público insistió con su petición después de la concesión de un trofeo, logrando finalmente la concesión de la segunda. 

El que llevó el peor lote de una buena corrida fue el torero local Emilio Huerta, aún así, se fue de su plaza con una oreja bien merecidas el segundo de la tarde y otra faena de importancia al manso quinto. Recibió al primer toro de su lote con verónicas y chicuelinas para luego quitar por tafalleras. Fue este un buen toro que acometió con pujanza y que fue aprovechado por el torero local en series con ritmo en los que aprovechó el recorrido y la calidad del toro para pegar pases templados. Quiso arrimarse después pero alargó la faena con el toro que se vino abajo. El quinto fue un manso de libro en el último tercio, dando vueltas al ruedo para buscar una puerta que daba a la dehesa sin mirar la muleta. Emilio logró sacar alguna tanda interesante por la diestra dejando al toro pelear en su terreno (delante de toriles) y pegando los pases en paralelo a tablas. 

La corrida de José Luis Pereda fue muy importante, tanto por el buen juego de los toros como por sus buenas hechuras, muy en tipo del encaste nuñez. Destacaron por su buen juego el 1º, 2º y el 4º que tuvieron clase, bravura y calidad, ofreciendo muchas posibilidades a sus matadores correspondientes. Y pese a que es cierto que todos los ejemplares -salvo el 5º-ofrecieron posibilidades en mayor o menor medida, hay que decir que incluso los ejemplares menos buenos no dejaron aburrido a nadie y mantuvieron el interés de los aficionados. Algo que también hicieron por hechuras, destacando la hermosa conformación de algunos ejemplares y la variedad de pelajes. 




Daniel Luque. 



Emilio Huerta. 



Alvaro Lorenzo. 

Imágenes de CMM. 

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