Yo soy de nacionalidad inglesa, he crecido en una comunidad 'animalista' donde cualquier actividad que provoca el estrés, el sufrimiento o la muerte de un animal no se ve de buena forma. Son gente muy alejada de las maneras del campo y de las formas de convivir con la naturaleza. Pero sobre todo tienen un cariño especial, principalmente por los animales domésticos, y este cariño también la tengo yo. Por eso, cuando era joven y mis padres, abuelos y familiares me contaron de sus observaciones de las corridas de toros me parecían horrorosos, crueles y extraídos de otro siglo. Solo pensé en el pobrecito toro, en lo mal que se trataba al toro y como debería de sufrir durante la lidia. Pero en 2008 cambio algo, las corridas de toros me comenzaron a fascinar y poco a poco aprendí la verdad de todo esto.
Poco a poco aprendí la verdad sobre el toro bravo, que su destino era la plaza y que su vida estaba enfocado en este gran acontecimiento, y aprendí la verdad sobre la vida privada de los toros de lidia. Porque el toro bravo tiene una vida de seis años, mientras que los toros criados para carne suelen vivir para solo 11 meses. Y durante sus seis años de vida el toro de lidia disfruta de buena alimentación, dehesas grandes donde pasta junto a otros animales domésticos y salvajes y recibe un cuidado mimoso por parte de los ganaderos. El toro criado directamente para el consumo humano vive en espacios reducidos y su cuidado no suele ser la de mejor calidad sino la de coste más reducido para que el criador gana más dinero. Criar un toro bravo suele costar entre €4,000 y €5,000 euros mientras que los bovinos criados para la industria de carne cuestan bastante menos.
Pero no solo es el valor económico que da importancia al toro de lidia, también lo da su personalidad y su belleza. El toro criado industrialmente para la producción de carne solo vale lo que da en carne, nadie importa de su belleza, su estado o su carácter. El toro bravo vale mucho mas de lo que da en carne, vale su estado físico, su salud, su belleza y su personalidad. Si un toro no se ha mimado en el campo y en los corrales eso se nota en la plaza. Por eso todos los que trabajan junto al toro tienen que tratarle lo mejor posible, respetándole y cuidándole en todos momentos para asegurar que esta en buena forma a la hora de ser lidiado. Si un toro no está sano no brilla su pelo, rompe fácilmente los pitones y no tiene la fuerza ni resistencia para aguantar la dura pelea de la lidia.
En el campo y en los corrales antes de salir a la plaza el toro recibe cuidado por los vaqueros y el mayoral de la ganadería, recibe alimento de alta calidad, la compañía de los bueyes y la atención veterinaria. Los veterinarios no solo están para recuperar a toros enfermos o heridos sino también para asegurar que el toro esta siempre en el mejor estado posible y asegurar que el animal tenga las aptitudes físicas para soportar la lidia. Además los vaqueros y el ganadero están siempre vigilando los animales, tanto en el campo como en los corrales. Aunque las peleas y enfrentamientos son naturales en los toros y forman parte de su vida social pueden producir heridas fuertes y accidentes muy desgraciadas. Si esto pasa el toro será inútil para la lidia, por eso la vigilarían del ganadero y la presencia de algunos bueyes en los corrales tranquilas a los toros y evitan desgracias.
Pero no solo importa el buen cuidado que recibe el toro sino también lo que tiene solamente por ser toro de lidia. Se calcula que hay unos 540 mil metros cuadrados de dehesa dedicado al pasto de los bovinos bravos. La Dehesa es una pieza fundamental para la conservación de la naturaleza. Entre distintos tipos de flora y fauna salvaje los toros viven en un paisaje incomparable. Junto a él viven ciertos, conejos, búhos, linces, buitres, Águilas, lobos y muchos aves y animales salvajes que sin la presencia de la Dehesa podrían estar en peligro de extinción. Este espacio también beneficia mucho la naturaleza por la flora que habita en ellas. En general, los encinos y los alcornoques abundan en las dehesas pero también hay una gran variedad de árboles y plantas, algunos de ellos pueden ser cultivados por el hombre. En general la Dehesa es una pieza fundamental en la conservación de la naturaleza ibérica, y si no hay toro no hay Dehesa.
Y eso es todo lo que yo he descubierto, la vida del toro es algo muy especial y único. Puede ser que la lidia parezca duro y cruel, unos veces lo es más que otros. Pero en general el toro bravo vive una buena vida, tiene todos los privilegios de un animal salvaje como es la libertad, además de los beneficios de un animal doméstico como suplementos de alimentación y cuidados veterinarias. Quizás para muchos esta vida de lujo no defiende el acto de la lidia, para mi si lo hace aunque respeto de alguna forma los demás opiniones. Lo que si esta claro es que el toro bravo es un animal increíble, hay que asegurar que este animal bello nunca debe perder su lugar de prestigio en la Dehesa.
Foto; https://vimeo.com/124898925
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