viernes, 24 de agosto de 2018

Casas Ibáñez 24/08/20188




Había una época en que los carteles de banderilleros estaban en todas las ferias y llenaban todas las plazas de España. En la actualidad no son tan populares y no ocurren con tanta frecuencia. Hoy, sin embargo, la afición de Casas Ibáñez (Albacete) ha sido testigo de una corrida en la que se anunció una terna de banderilleros, y además, lo ha pasado fenomenal, ya que Sánchez Vara, Manuel Escribano y Jesus Enrique Colombo han salido juntos por la puerta grande después de cortar un total de Ocho orejas de una corrida manejable de Los Ronceles. Como es de esperar, hubo grandes momentos en el segundo tercio pero eso no quiere decir que no hubo grandes faenas de muleta ni buenos momentos en el primer tercio, dejando al público vibrar con la lidia completa de los toros y divertirse con las distintas suertes que se desarrollan en la lidia del toro. 

Abrió cartel Sánchez Vara, un torero que se distingue por su conocimiento y seguridad en los tres tercios pese a no torear demasiado. Comenzó, bien con el capote, llevando a su oponente muy toreado en los primeros lances de capa y gustándose. También se gustó en un buen quite en el que combinò chicuelinas, navarras y una revolera para rematar antes de compartir el segundo tercio con sus compañeros de cartel. Brindó el toro al público y planteó la faena al toro en los medios donde lo toreó en series muy medidas, dejándole tiempo entre tanda y tanda pero exigiendo al toro noble pero que llevaba la cara alta desde que salió. Logró muletazos largos y templados que dejaron patente su poder y dominio. Mató bien y cortó dos orejas. No cortó ningún premio al cuarto, un toro de poco fondo pero manejable. Después de destacar nuevamente en banderillas sometió al toro y le sacó algunos pases buenos antes de terminar de rodillas. No mató bien. 

Manuel Escribano vino con sus habituales ganas de triunfar, recibiendo a sus dos adversarios de rodillas y haciendo todo lo posible para poder lucirse en cada momento. Al primero lo recibió con dos largas cambiadas de rodillas y competido con sus compañeros en banderillas, cuando el toro ya mostraba su falta de pujanza y había que llegarle mucho para colocar los pares. Con la muleta pudo dibujar unos naturales que hicieron sonar los olés antes de arrancar los pases de uno en uno, poniendo la entrega que faltaba el toro. Cortó una oreja tras la estocada. Volvió a ponerse de rodillas para recibir al quinto antes de torearlo a la verónica y lucirse con chicuelinas. Volvió a protagonizar un gran tercio de banderillas antes de ponerse nuevamente de rodillas para iniciar la faena de muleta. Logró sacar naturales buenos del toro hasta que se vino abajo y el sevillano tuvo que entregarse antes de ir a por el estoque. 

Jesus Enrique Colombo también tuvo la oportunidad de mostrar su tauromaquia con ambos ejemplares de su lote y él banderillas con sus compañeros de terna. El tercero fue un toro muy deslucido en el primer tercio y fue muy difícil de banderillear. Colombo comenzó sometiendo lo con muletazos por bajo antes de ponerse a torear con firmeza, pasando al toro con temple y los pies muy firmes en la tierra. Fueron tandas de buen ritmo en una faena que conectó con los tendidos. Terminó la faena pasando al toro por bajo con firmeza y de forma torera antes de la estocada que dejó en sus manos la oreja. El sexto mostró desde el principio su falta de casta, aún así, Colombo se entregó en banderillas, siendo volteado contra la barrera. Salió con valentía y brindó al público. Fue un toro mirón y de embestidas inciertas sin ritmo, aún así, la.poderosa muleta de Colombo fue capaz de sacar pases con firmeza y seriedad en una faena interesante y meritoria. El presidente le concedió las dos orejas tras la gran estocada que puso rúbrica a su obra. 



Sánchez Vara. 



Manuel Escribano. 



Jesus Enrique Colombo y su espeluznante voltereta. 

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