domingo, 13 de mayo de 2018

Albacete rinde homenaje a Damaso González


El domingo 13 de mayo será un día para el recuerdo para la comunidad taurina de Albacete. Tanto aficionados como profesionales se dieron cita en el tradicional festival de COTOLENGO para rendir homenaje a Damaso González, que falleció el año pasado. Toreros, ganaderos y otros profesionales del toro se juntaron para un gran festival, la cual llenó la plaza en una tarde soleada pero fresca para ver a Enrique Ponce, El Juli, Miguel Ángel Perera, Cayetano, Paco Ureña, Rubén Pinar y el novillero local José Fernando Molina ante toros de distintos hierros. También estuvieron presentes familiares del maestro fallecido que homenajearon a Damaso tras el paseíllo y recibieron el brindis de varios toreros actuantes.

Abrió cartel Enrique Ponce que hizo el buen detalle de traer un toro de Samuel Flores, una ganadería de mucho interés para los buenos aficionados pero que supone una responsabilidad añadida. Desafortunadamente el toro no ofreció el juego esperado, mostrando desde los primeros momentos de la lidia su falta de casta y pujanza. El animal también se iba orientándose a lo largo de la lidia, haciéndolo casi inútil para el último tercio. Ponce brindó el toro a la familia de Damaso y aprovechó su  maestria para sacar algunos naturales con temple y oficio pero el toro le miraba mucho y se quedaba corto. Fue aplaudido el de Chiva. 

El Juli comenzó toreando a la verónica con una pierna doblada y luego a compás abierto con un toro de Daniel Ruiz que apuntaba buenas cosas. Brindó su faena al respetable y toreó con temple y seguridad a un novillo que, en el último tercio, acusó el fuerte castigo recibido en el tercio de varas. Si fue un animal noble y que humillaba, lo que permitió a El Juli torear bien en redondo al principio de la faena, llevando largo a su oponente con despaciosidad. Luego dejó llegar cerca los pitones en un tramo final en que exhibió su dominio y poderío sobre la bestia. Faena interesante, quizás de premio si no hubiera fallado en la suerte suprema. 

Miguel Ángel Perera estoqueó el tercero de la tarde, cortando las dos orejas de su enemigo. Comenzó adornando el primer tercio con un ajustado quite en los medios sin mover las zapatillas y brindó el toro al público. Inició la faena en los medios pasando el toro por la espalda y pasándolo por alto con los pies agarrados al piso. Fue una faena importante con toreo largo y templado por los dos pitones en series de ritmo. Tampoco faltaron los muestras de dominio, tan habituales en la tauromaquia de Perera como los muletazos invertidos. Fueron concedidos los dos trofeos tras una estocada entera, incluso hubo ligera petición de indulto para el toro. 

Había mucho ambiente para ver a Cayetano en los tendidos de la plaza de toros de Albacete y el público disfrutó de su actuación. Estuvo muy bien, ofreciendo lo mejor de su tauromaquia con el capote y también con la muleta en una obra premiada con una oreja. Saludó a su oponente de capa poniéndose de rodillas para pegar dos largas cambiadas de rodillas antes de torear a la verónica con este aire tan personal que viene con su apellido. Fueron aplaudidos los banderilleros. Brindó a la familia de Damaso y sometió al toro con doblones bajando mucho la muleta. Aunque no transmitía mucho el toro fue noble y bajo la cara, permitiendo a Cayetano torear muy bien, sobre todo al natural con temple. Remató con ayudados por alto, muy quieto y mirando el tendido, para después colocar una buena estocada. Tardó un poco en doblar el toro pero el público le pidió con entusiasmo el trofeo.

El torero murciano Paco Ureña también cortó una oreja como premio a una actuación muy notable. Mostró sus ganas desde el principio, poniéndose en los medios para un espectacular quite por gaoneras. La faena la comenzó con estatuarios en los medios y siguió toreando con su típica pureza y entrega a un toro con movilidad pero de poca clase. Fue una faena basada en la disposición y la entrega absoluta en la que no perdió terreno, sacó todo lo que pudo del animal y se puso entre los pitones con valor y firmeza. Pese a la falta de clase y ritmo del novillo y los ocasionales molestos del viento hubo momentos muy importantes que, tras la estocada definitiva, dejó el trofeo en sus manos. 

El sexto toro fue un animal de muy buenas hechuras de la ganadería de Manuel Caballero que fue aplaudido de salida por los espectadores. El novillo entró al peto de forma controvertida para un segundo encuentro pero luego en la muleta no ofreció espectáculo ninguno. Rubén Pinar, que brindó al público, estuvo muy por encima del animal soso y orientado que vino andando sin entrega ninguna. Fue reconocido de forma cariñosa su esfuerzo con una calurosa ovación del público. 

En séptimo y último lugar salió el novillero sin picadores José Fernando Molina. Con el público muy por su parte el alumno de la escuela taurina de Albacete se puso de rodillas para recibir con una larga cambiada a su novillo, seguido por un recibo capotero de lances variados en que aparentó sus ganas y frescura. Comenzó con pases cambiados por la espalda su faena de muleta, muy quieto y sin mover las zapatillas. Aprovechó la buena calidad del novillo de Sonia González para torear en series bien ligados, jaleados con entusiasmo por los aficionados. Llevó el novillo muy largo y bien toreando con pases de temple y profundidad por los dos pitones, mostrando sus ganas y frescura pero también conocimiento y oficio. El público muy entregado le pidió las dos orejas y el rabo, que fueron concedidos junto a la vuelta al ruedo para el novillo colaborador. 

Un final muy feliz para una gran tarde que empezó con un minuto de silencio y la aluda al ruedo de los familiares y queridos de Damaso quienes dejaron flores en la arena. 

Enrique Ponce. 



Julián López 'El Juli'. 




Miguel Ángel Perera. 



Cayetano. 




Paco Ureña. 


José Fernando Molina. 

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