sábado, 21 de abril de 2018

Guadalajara 21/04/2018


Hoy se inauguró la temporada taurina 2018 en Guadalajara con un interesante e innovador cartel. El rejoneador Diego Ventura y el torero extremeño Miguel Ángel Perera han actuado mano a mano ante reses de distintas ganaderías para la tradicional Corrida de Primavera. El festejo ha tenido un resultado exitoso con los dos actuantes saliendo a hombros tras cortar dos orejas cada uno en una tarde de mucha diversión y buen toreo. El cartel ha conseguido reunir una gran cantidad de espectadores que acudieron para disfrutar de dos interpretaciones del arte de torear exhibidos por máximas figuras de cada cual. 

Después de retrasar el inicio del festejo media hora por la ausencia del medico le tocó a Diego Ventura abrir cartel al concluir el paseíllo. El primero de su lote embistió con temple a la cola del caballo. Fue un ejemplar noble pero de poca raza y transmisión al que Ventura colocó dos rejones de Castigo. Hubo buen toreo de costado y quiebros lúcidos en el tercio de banderillas que acabó con las cortas. Una lástima que falló en la suerte suprema ya que seguramente hubiera cortado el primer trofeo de la tarde. 

Miguel Ángel Perera recibió al segundo de Carmen Lorenzo con firmeza y ganas, rematando con una media de manos bajos y adornando el primer tercio con un lúcido quite. Ya en banderillas el toro apuntó su querencia en el tercio y su tendencia a embestir de forma defensiva. Este condición lo mantuvo en el último tercio, por lo que el extremeño no tuvo materia de triunfo. Estuvo dispuesto y entregado ante su oponente, intentando sacarle la faena más buena que podía pero no hubo transmisión con el tendido. Acertó en el segundo intento para matar. 

El tercero de la tarde fue un animal que sirvió a Diego Ventura para inventar una obra de elegancia y brillantez. Ejecutó las suertes con mucha pureza, citando de frente y mostrando la alta doma de su cuadra en una lidia interesante para los aficionados al arte del rejoneo en la que aprovechó las querencias de su oponente para hacerle venir con más ímpetu. Falló de nuevo con el rejón de muerte, aún así, estuvo eficaz con el descabello y pudo pasear la primera oreja de la tarde. 

El cuarto toro, con el hierro de Puerto de San Lorenzo fue el mejor toro del lote de Perera. Comenzó con un quite de lances variados que calentó al público y demostró la buena embestida del toro que brindó al respetable. Comienzo muy ajustado de ayudados por alto con los pies agarrados al piso y se pone a torear con largura, mucho temple y la mano baja. La muleta dominadora de Perera llevó con largura las buenas embestidas del toro. Desafortunadamente tuvo que coger el estoque de descabellar, no obstante, le fue otorgado el apéndice de la res. 

Lo mejor de Perera llegó en el cuarto capítulo y fue con el quinto cuando Ventura hizo lo más destacado de su actuación en Guadalajara. Fue un toro de 600 kilos que mostró desde el principio su buen galope y temple que permitieron al de Puebla del Río realizar a gusto las suertes de la lidia. Con el público muy a su favor colocó de forma magnífica los pares, adornándose tocando los pitones del toro o incluso llegando a torear con el caballo sin bocado. Solo cortó una oreja por fallar con el acero. 

Ya tuvo Diego Ventura las dos orejas que le iban a permitir salir a hombros y Perera no quiso de ninguna manera quedarse atrás. El toro de Domingo Hernández fue bien hecho y Perera vio sus virtudes, por lo que lo brindó a Pablo Lozano para entonces iniciar con pases cambiados por la espalda en los medios. Pero el toro fue muy blando de patas y caía constantemente. Aún así, Perera estuvo muy dispuesto y le robó pases al toro antes de meterse con entrega en las cercanías para sacar máxima partida de su último adversario. Cortó el trofeo y acompaño a Diego Ventura en la salida a hombros. 

Los dos protagonistas haciendo el paseíllo. 




Diego Ventura. 




Miguel Ángel Perera. 

Imágenes de CMM. 

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