viernes, 8 de marzo de 2019

Breve repaso del toreo femenino

Debut con picadores de Rocío Romero en Vista Alegre (Madrid). 

El mundo de los toros se ve desde fuera como un mundo muy conservador, o incluso podríamos decir 'machista'. Por lo tanto, no es raro que muchos se sorprendan al enterarse de que hay, y ha habido, mujeres que han logrado fama y gloria en las plazas de toros. No cabe duda de que, por un cúmulo de circunstancias y factores, tanto sociales como políticos, la historia del toreo femenino es una historia mucho más breve que la historia del toreo en general. Esto, sin embargo, no debe de restar importancia a las pocas mujeres que han intentado -y en muchos casos logrado- hacerse camino en esta profesión tan complicada y tan dura. Con motivo del Día Internacional de la Mujer vamos a hacer aquí un breve repaso por la historia de la mujer torera para conocer algunos de los logros más significativos de las mujeres que han triunfado en el toreo. 

Una de las primeras referencias que tenemos de una mujer practicando exitosamente el arte de torear se encuentra en la famosa Tauromaquia de Goya (1816). La estampa Nº 22 de esta serie de litografías titulada como "Valor varonil de la célebre Pajuelera en la de Zaragoza" se puede encontrar la imagen de una mujer picando un toro. Esta mujer, Nicolasa Escamilla 'la Pajuelera' nació en Valdemoro y parece ser que llegó a torear en muchas plazas de toros, en los cuales cosechó grandes éxitos. Fue precisamente en Zaragoza donde, tras picar y lidiar un toro con de forma magistral, generó tanto interés y asombro por parte del público que dicho acontecimiento fue inmortalizado por Goya. 

Otra mujer que marcó época en la historia del toreo femenino fue Juanita Cruz. Nacido cerca de la vieja plaza de Madrid, Juanita se aficionó al arte del toreo en su juventud, debutando sin picadores con solo 15 años para después llegar a ser la primera mujer en doctorarse como matador de toros. A pesar de las dificultades impuestas por la legislación de la época, Cruz defendió su derecho a torear aludiendo a la constitución de la II República, que reconoció la igualdad de hombres y mujeres ante la ley. Además de que la fue concedido el derecho de torear, disfrutó de una carrera exitosa como novillera en la que hasta alternó con Manuel Rodríguez 'Manolete'. La exitosa carrera novilleril de Juanita Cruz siguió hasta el inicio de la Guerra Civil, cuando empezó a disminuir el número de festejos. 


Aún peor, al finalizar la guerra, la estricta legislación del régimen de Francisco Franco prohibió a las mujeres torear a pie, acabando definitivamente con la carrera española de Juanita. Pero fue en México, adonde se había emigrado durante la Guerra Civil, donde siguió desarrollando su actividad taurina, recibiendo muy buena acogida por parte de los espectadores latinoamericanos. Fue en este país donde tomó por fin su alternativa, alcanzando su posición como matadora de toros profesional. La ceremonia tuvo lugar en 
Fresnillo (Zacatecas) en 1940, recibiendo el doctorado en manos de Heriberto García y siendo premiado con dos orejas.

'Valor varonil de la célebre Pajualera en la de Zaragoza.'

Uno de los aspectos más destacados de Juanita Cruz, que se puede apreciar en las muchas fotografías que existen de ella y en la estatua que adorna su tumba, es el hecho de que toreaba con falda en vez de la taleguilla tradicional. Esta falda de luces fue diseñada por ella misma, sirviendo como una clara muestra de la feminidad torera, algo que hizo de esta mujer una figura de su arte y, como no, del feminismo también. Volvió a España en 1947 pero ante la imposibilidad de torear ante la legislación franquista aún vigente, ya había terminado la gloriosa época de la "Diosa del Toreo". Habría que esperar varias décadas más hasta que una mujer volviera a vestirse de luces en España. 

Una mujer que sí pudo disfrutar de una gran carrera en plazas españolas durante los años de dictadura fue Conchita Cintrón. Aunque las mujeres no podían torear a pie, si lo podían hacer a caballo, y es gracias a este hecho que Conchita destacó en los ruedos españoles en los que actuó como rejoneadora. Nacido en Chile, Cintrón se mudó a Perú con sus padres 
cuando tenía solamente tres años. Fue en Lima donde aprendió a montar a caballo y donde aprendió a torear a pie. Desde una corta edad mostró gran vocación, tanto por el toreo a caballo como el toreo a pie, recibiendo muy buena acogida y cosechando grandes éxitos en todos los países donde actuó. Así fue también en España, donde tuvo buena acogida por parte de los aficionados y, seguramente, admirado por su dominio del toreo a pie y toreo ecuestre, algo poco habitual en la historia del toreo. 

La mujer que dio la estocada definitiva a las leyes que impidieron a las mujeres vestirse de luces en España fue Ángela Hernández. Nacido en Alicante, se fue a una finca andaluza durante su juventud donde participó en las faenas camperas y aprendió a torear. Una vez aprendido el oficio se fue a Madrid donde, antes de llegar a torear, inició una corta pero exitosa carrera haciendo doblajes para actrices de gran importancia en algunas películas destacadas. Estos inicios en la capital fueron muy duros, ella misma reconoció que hubo un tiempo en que tuvo que robar las propinas que dejaron los clientes en los bares para poder comprar un bocadillo. Aun así, siguió luchando por su sueño y tuvo que enfrentarse a muchísimas dificultades para poder hacerlo. 

No se conformó con la legislación de la dictadura y recogió un gran número de firmas de toreros que mostraron su apoyo a Ángela, muchos de los cuales eran de grandes figuras del toreo de la época. Fue el abogado D. José Briones quien finalmente luchó por Ángela, acabando por fin con la prohibición de las mujeres toreras y, abriendo así las puertas a que, además de Ángela, cualquier otra mujer pudiese torear a pie. De tal forma, Ángela se convirtió en una de las figuras más destacadas de la historia del toreo femenino, debutando en Jerez de los Caballeros como torero a pie en septiembre de 1974. A pesar de que la suerte fue muy injusta con ella, ya que recibió muchos percances como matador de toros, a lo que hay que sumar la dureza de su carrera profesional como mujer, no cabe duda de que ha sido una de las mujeres más importantes en la historia del toreo, sobre todo por lo mucho que ha ayudado a las mujeres que vinieron después de ella. 



Desde que Ángela logró quitar la prohibición del toreo femenino, las mujeres han tenido los mismos derechos que los hombres a la hora de salir al ruedo (al menos desde una perspectiva administrativa y legal). No obstante, la lista de toreras no es para nada extensa, y es aún más corta cuando buscamos las que han tenido carreras exitosas. Quizás la mujer que más fama ha conseguido en los ruedos en la historia reciente del toreo es Cristina Sánchez. Además de cosechar grandes éxitos en muchas de las plazas más relevantes del planeta taurino, se ha convertido en la primera mujer en tomar la alternativa en Europa. Recibiendo el doctorado el 25 de mayo de 1996 en la ciudad de Nîmes (Francia), con Curro Romero de padrino y José Maria Manzanares de testigo.

Una de las últimas reapariciones de Cristina Sánchez en la que triunfó y salió a hombros. 


Aquel día el coso nimeño se llenó, siendo este festejo uno de los grandes acontecimientos en la historia de la plaza y del toreo. Pero no fue el único triunfo en la carrera de la torera madrileña que, dos años después de doctorarse en Nimes, se convirtió también en la 
primera mujer en confirmar alternativa en la Plaza de Toros de Las Ventas. También consiguió grandes triunfos en plazas de mucha relevancia como la de su Madrid natal, donde siempre tuvo muy buena acogida, Cristina tuvo otras actuaciones exitosas en plazas importantes de Europa y América. Incluso abrió la Puerta del Príncipe en Sevilla, siendo la única mujer en hacerlo hasta 2017, cuando lo abrió Rocío Romero tras su gran actuación en la final de las novilladas nocturnas del mes de julio. 

En la actualidad no parece que ninguna mujer ha irrumpido en el escalafón como para llegar a ser figura del toreo, aun así, son varias las toreras que están ilusionando a los aficionados y que han hecho cosas muy importantes. Conchi Ríos fue premiado con las dos orejas de un novillo de José Cruz el 10 de julio de 2011 en la plaza de Las Ventas, convirtiéndose así en la primera mujer en salir a hombros por la Puerta Grande de esta plaza tras cortar dos trofeos de un mismo res. La gran faena que hizo aquella tarde cautivó el público madrileño por el valor, gran oficio y seguridad mostrado por la novillera. La repercusión mediática de su triunfo en la primera plaza del mundo tuvo mucha repercusión mediática, haciendo que el nombre de Conchi fue uno de los que más sonaba esta temporada entre el escalafón novilleril. 

Y en el escalafón de rejoneadores si hay una mujer que ha sido capaz de convertirse en máxima figura de su arte. Lea Vicens, licenciada en biología de la universidad de Montpellier, ha disfrutado de una carrera importantísima desde que tomó la alternativa en Nîmes en 2011. Desde entonces, no sólo ha llegado a ser uno de los rejoneadores más destacados de la actualidad, con un gran número de seguidores, triunfos a su nombre en las plazas más importantes de Europa y América y un tirón en taquilla que llena los tendidos de todos los cosos a los que acude, sino que es la primera mujer en la historia que ha liderado el escalafón. La temporada de 2017 fue el primer año en que alcanzó la cima de las estadísticas del rejoneo, haciéndolo nuevamente en la temporada 2018. Tampoco muestra

En las últimas semanas ha aparecido otra mujer torera que ha asombrado, no sólo a los que la vieron torear, sino también los miles de personas que la han visto en las redes sociales. Se llama Marta Reillo y apareció en la plaza de Ciudad Rodrigo durante la celebración de una capea en el Carnaval del Toro 2018. A pesar de que apareció como Maletilla y en una capea en que solo pudo pegar unos muletazos, la gente se han quedado impresionado por su gran valor, oficio y seguridad delante de un toro muy bien hecho y ante las circunstancias habitualmente adversarias de las capeas. No cabe duda de que la impresión causada por su actuación en Ciudad Rodrigo servirá para que la podamos ver actuar en la plaza.  

Después de hacer este breve repaso por la historia del toreo femenino, parece obvio que las mujeres han tenido más dificultades para triunfar en las plazas de toros. Incluso hoy en día, cuando se supone que la mujer tiene los mismos derechos que un hombre, aquellos que luchan por practicar el arte de torear se encuentran con más dificultades y complicaciones que les impiden conseguir sus objetivos. No obstante, las pocas mujeres que sí han sido capaces de triunfar en esta profesión se han convertido en grandes estrellas; representando la fuerza, elegancia, valor, persistencia y delicadeza femenina, lo cual les hace auténticos representantes del feminismo. Puede ser que el toreo se ha vista desde siempre como una vocación masculina, pero las virtudes básicas necesarias para triunfar en este arte -inteligencia, valor y sentido de la estética- son tan (o más) femeninas que masculinas. Gracias a las mujeres que hemos visto en este articulo, esta realidad se queda cada día mas clara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario