López Simón y José Garrido han demostrado su frescura e ambición en la corrida de hoy en Logroño. Ambos diestros han destacado por su ambición, valor, frescura, creatividad y entrega ante una corrida noble y potable de la ganadería de El Pilar. Lo más intenso de la tarde llegó ante el segundo de la tarde cuando volvió a la cara del toro tras recibir una voltereta espeluznante mientras que Garrido cortó un trofeo de cada ejemplar después de dos faenas de poso y oficio en las que manejó bien el estoque. El rejoneador Pablo Hermosos de Mendoza también estuvo a un nivel muy alto pese a que no tuvo suerte con su lote. Al principio de la corrida hubo un minuto de silencio en recuerdo de un reciente fallecido de la localidad.
El torero madrileño López Simón ha demostrado hoy porque es el líder del escalafón. Ante el segundo de la tarde firmó una de las faenas más intensas de la tarde en la que exhibió su ambición y gran entrega. El toro mostró su buena condición en el ceñido quite por chicuelinas. López Simón inicia su faena toreando por alto de rodillas y sigue toreando con ligazón en series de buen ritmo, manos bajos y la figura erguida. La condición del toro va a peor y el animal le voltea, pasa el pitón muy cerca de su cuello y llevan el madrileño en brazos a la enfermería. Fueron momentos angustiosos para todos, se esperaba lo peor. Pero volvió a salir al ruedo sin la chaquetilla y volvió a ponerse de rodillas para otra serie antes de matar tras un pinchazo. Una clamorosa vuelta al ruedo sirvió para premiar su entrega. Un apéndice cortó del quinto, un toro que acusó la poca fuerza pero que metió la cara bien en la muleta. El premio vino después de que toreó con quietud al natural dejando al toro llegar muy cerca, la buena estocada dejó en sus manos el premio.
José Garrido obtuvo un premio de cada uno de sus toros después de dejar muy claro que es un torero que merece un sitio de honor en el escalafón. Estuvo bien con el capote, tanto por la profundidad de su toreo a la verónica como por su valor y creatividad en los demás suertes. En sus faenas destacó por el oficio, seguridad y buen mando delante de la cara del toro pero fue en la suerte suprema donde mejor se le vio, entro a matar con fe y seguridad como apenas se ve en estos tiempos. Después de un buen quite al toro de López Simón recibió al suyo con verónicas de buen temple y compás. Estuvo muy bien en esa primera faena que inició por estatuarios. Continuó toreando con ligazón y encaje al toro, muy al hilo del pitón y con mucho mando sobre el adversario que perdió demasiado pronto su fondo. No le importó a Garrido que se metió en los terrenos del animal y siguió toreando con oficio y seguridad. Oreja. Al sexto lo recibió de forma muy espectacular de rodillas con la capa pero el toro mostró muy pronto su poca condición. A Garrido, sin embargo, no lo tuvo en cuenta. El extremeño planteó al toro una buena faena toreando al natural con los vuelos en la que llevo al toro con temple y el compás abierto en una obra de gran belleza. Otra oreja obtuvo de este, y como ya digo, la estocadas por sí solas valían el premio.
El rejoneador navarro Pablo Hermosos de Mendoza se encontró con un lote de Peñajara que no tuvo ni raza ni transmisión. Al primero de la tarde lo toreó con temple colocando los primeros rejones y ejecutó las suertes con limpieza y pureza. Su actuación no llegó al público y el toro se hecho por su poca raza. Mató con bastante limpieza provocando división de opiniones en los tendidos. Al cuarto lo pero con habilidad pero este fue todavía peor que el primero de la tarde y además fue más parado. Pablo lidió con destreza en una faena de poca belleza destacando con el caballo Disparate. No estuvo mal pero pasó por Logroño sin pena ni gloria el legendario jinete Navarro.
Imágenes Toros TV.
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