Hoy, 300 años después de que Goya pintó su Tauromaquia, se sigue pagando a este gran pintor un fabuloso homenaje. El 2 de mayo es siempre un día especial en Las Ventas, no por ser un cartel de grandes figuras sino por ser un bello homenaje a un pintor fundamental en la historia de España y al arte a la que él mismo contribuyó muchísimo. En este edición de la corrida Goyesca de Madrid se ha hecho mucho honor al arte de Goya y del toreo con una soberbia actuación de Juan Del Alamo ante un gran toro de la ganadería de Joselito. Junto al torero de Salamanca actuaron también Ivan Vicente y Miguel Abellán cuyos actuaciones también eran de mérito aunque tuvieron peor suerte en el lote.
En conjunto los toros de El Tajo y La Reina faltaron casta y raza imposibilitando el lucimiento de los diestros que salieron con ganas y la intención de exprimir todo lo que tenían los animales, incluso los menos potables. Pero cuando salió el tercero, un ejemplar negro bragado que recibió Juan con una larga cambiada de rodillas antes de torearlo con gusto a la verónica, se vio que todo podía cambiar. El toro acometía con humillación en el capote y siguió los vuelos del engaño con clase, obedeció además con prontitud el cite del picador. Abellán supo que las posibilidades de triunfar eran muy altas y se fue directamente a los medios para citar de lejos al toro y entrar directamente toreando en series con la mano diestra. Experimentó muletazos de gran profundidad y temple toreando a compás abierto y llevando el toro muy largo y bien metido en los vuelos. Dos series al natural sirvieron para decir todo lo que quería, llevó a su oponente bien templado en las telas aprovechando de las embestidas de gran calidad que ofreció la res. Volvió con la mano derecha antes de finalizar su actuación con manoletinas. La estocada tendida tardó en acabar con su adversario, aún así el público pidió con entusiasmo la oreja dejando así en sus manos el único premio de la tarde.
Salió con ganas a torear el último bis de la tarde sabiendo que con el segundo trofeo tendría en sus manos la puerta grande en la plaza más seria del mundo. El manso complicado no fue un toro para el triunfo y a lo largo de la faena fue marcando el terreno cercano a los toriles en la que había que torear el toro. Juan Del Alamo realizó ante su segundo antagonista una faena de mucho mérito en la que sacó algunos pases de calidad y plasticidad aún queriendo ir de la pelea el toro en todos momentos. Una estocada y el manejo eficaz del descabello sirvió para acabar con el último capítulo de la corrida de la forma más digna y lúcida posible.
A Miguel Abellán le tocó la difícil tarea de abrir cartel. Lo hizo bien ante un toro que vino con prontitud al engaño y que repitió después de cada muletazo. Pero pese a que el toro ofreció pelea no acoplaron toro y torero dificultando así la conexión con los tendidos de la Plaza de toros de Las Ventas. Si quedan para la memoria el oficio y la quietud del torero que exibió en las series cortas con las que dibujo su faena. Ejecutó Ivan Vicente un quite hermoso de verónicas con muy buen gusto al cuarto pero en el último tercio de la lidia el toro fue todo lo contrario al primero. Frenó el animal tras cada pase imposibilitando a Miguel Abellán estar a gusto y su disposición le hizo estar demasiado tiempo delante del toro que luego tardó en doblar. El público se enfrió mucho entonces y Miguel pasó por la corrida del 2 de mayo sin pena ni gloria.
El peor suerte en el toreo lo tuvo Ivan Vicente que su quedó sin ninguna posibilidad de lucirse ni para exhibir ante el público de Madrid su tauromaquia. El segundo de la tarde, un bonito Colorado, ojo de perdiz no tuvo raza ninguna. Con la muleta estuvo valentísimo quedándose firme y quieto en algunas situaciones muy comprometidas en las que su oponente le miró al cuerpo, mató además con eficacia. El quinto era un toro suelto en el capote pero empujó con mucha fuerza en el peto siendo ovacionado el varilarguero HéctorVicente. No respondió el toro a las espectativas que había generado anteriormente e Iván Vicente se quedó una vez más sin posibilidades de lucirse. Lo más importante se quedó en el gran tercer toro y la buenísima actuación de Juan Del Alamo.
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