En el toreo todo cambia, es un arte y el arte nunca es igual. Con el paso del tiempo se añade cosas inovadoras y se quitan cosas viejas que ya no interesan como lo hicieron en su día. Sin embargo, hay algunas cosas que son tan buenas que no hace falta cambiarlas. Estas estocadas de Rafael Ortega y José María Manzanares tienen entre ellos muchas décadas, pero ambos tienen la misma impresión para el que las vea. Ambas estocadas están en lo alto del Morillo, en los dos casos el torero se mete encima del toro y va entre los pitones, ambos toreros llevan la mano muy bajo y el animal embebido en los vuelos de la muleta. Pues algunas cosas son tan buenas que no hay que mejorarlas. Ahora, esta estatua de Rafael Ortega en su ciudad de San Fernando y la foto de José Mari en Sevilla quedaran para siempre en la mente de los aficionados.
Fotografías; plazadetorosdelamaestranza.com y archivo personal.
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