lunes, 19 de marzo de 2018

Juan José Villa 'Villita', ganador del Zapato de Plata 2018

Derechazo de Villita. 

El novillero Juan José Villa “Villita” ha sido galardonado con el prestigioso Zapato de Plata de Arnedo. El premio riojano que se otorga cada año a un novillero sin caballos fue concedida a Villita tras su gran actuación al tercer novillo de la ganadería de Jandilla. Comenzó la lidia estirando bien a la verónica, enguachando bien las acometidas del novillo. Salió Jesús Cuesta a torear por gaoneras en el tercio de quites, siendo replicado por Villita que toreó por delantales. Se lucio en el segundo tercio, colocando los pares con pureza y mando, destacando sus pares al quiebro en ambos novillos de su lote. Brindo la faena al respetable y lo inició pasando el toro por alto con mucha torería. Estuvo muy bien con la muleta, pasando al novillo con la pierna pa’alante y acompañando las embestidas con la cintura. Terminó con bernadinas y tuvo que descabellar. Volvió a lucirse en el segundo tercio ante el sexto de la tarde, pero en el ultimo tercio fue un manso de libro, huyendo de la muleta y buscando las tablas.

Abrió cartel Jesús Cuesta. El novillero sevillano demostró sus virtudes y dejo cosas para el recuerdo. Estuvo firme en los iniciales lances a la verónica y compitió con el salmantino Manuel Diosleguarde en el primer tercio. Fue una buena faena de muleta en la que toreo con pureza: metió el pecho, hecho la muleta adelante y citó de frente a su novillo. Optó por el arrimón al final de la faena. Con el cuarto novillo hizo un autentico alarde de valor, recibiéndolo con una larga cambiada de rodillas y poniéndose a torear en redondo al novillo que no fue nada fácil. Hubo buenos muletazos con largo trazo que demostraron la entrega del novillero. Fue volteado varias veces por el novillo que le perdonó al principio pero que iba desarrollando sentido. Se quedó inconsciente tras la ultima voltereta pero después de levantarse mareado volvió a la vara del novillo para una serie mas al natural antes de matar.

El novillero salmantino Manuel Diosleguarde también destacó por su actuación ante el segundo novillo de la tarde. Lanceó a la verónica con gusto y manos bajas. El animal fue muy suelto y desorganizado en el tercio de banderillas, pero Diosleguarde supo someterlo con dominio y poder cuando inicio con ayudados por bajo la faena, obligándolo a humillar y seguir la muleta. Toreó con sentimiento al novillo que tuvo recorrido y calidad, pasándolo con muletazos muy largos por los dos pitones en una faena importante. No estuvo muy acertado con el acero, aun así, el público le pidió una oreja, aunque el premio se quedó en la vuelta al ruedo. Estuvo entregado y dispuesto ante el sexto de la tarde, pero no tuvo materia para el lucimiento.

En líneas generales la novillada de Jandilla fue noble y manejable, destacando mas los primeros tres ejemplares sobre los que salieron en la segunda mitad del festejo. La entrega de los novilleros fue absoluta y los espectadores -que abundaron en los tendidos- pudieron disfrutar de la competencia en el tercio de quites, algo que es necesario en la actualidad. Si no fuera por el mal manejo de las espadas, los novilleros hubieron cortado varios trofeos.





Jesus Cuesta. 





Manuel Diosleguarde. 



Juan José Villa 'Villita'. 

Imágenes de CMM. 

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