El novillero Juan
José Villa “Villita” ha sido galardonado con el prestigioso Zapato de Plata de
Arnedo. El premio riojano que se otorga cada año a un novillero sin caballos
fue concedida a Villita tras su gran actuación al tercer novillo de la ganadería
de Jandilla. Comenzó la lidia estirando bien a la verónica, enguachando bien
las acometidas del novillo. Salió Jesús Cuesta a torear por gaoneras en el
tercio de quites, siendo replicado por Villita que toreó por delantales. Se lucio
en el segundo tercio, colocando los pares con pureza y mando, destacando sus
pares al quiebro en ambos novillos de su lote. Brindo la faena al respetable y
lo inició pasando el toro por alto con mucha torería. Estuvo muy bien con la
muleta, pasando al novillo con la pierna pa’alante y acompañando las embestidas
con la cintura. Terminó con bernadinas y tuvo que descabellar. Volvió a lucirse
en el segundo tercio ante el sexto de la tarde, pero en el ultimo tercio fue un
manso de libro, huyendo de la muleta y buscando las tablas.
Abrió cartel Jesús
Cuesta. El novillero sevillano demostró sus virtudes y dejo cosas para el
recuerdo. Estuvo firme en los iniciales lances a la verónica y compitió con el
salmantino Manuel Diosleguarde en el primer tercio. Fue una buena faena de
muleta en la que toreo con pureza: metió el pecho, hecho la muleta adelante y citó
de frente a su novillo. Optó por el arrimón al final de la faena. Con el cuarto
novillo hizo un autentico alarde de valor, recibiéndolo con una larga cambiada
de rodillas y poniéndose a torear en redondo al novillo que no fue nada fácil.
Hubo buenos muletazos con largo trazo que demostraron la entrega del novillero.
Fue volteado varias veces por el novillo que le perdonó al principio pero que
iba desarrollando sentido. Se quedó inconsciente tras la ultima voltereta pero después
de levantarse mareado volvió a la vara del novillo para una serie mas al
natural antes de matar.
El novillero
salmantino Manuel Diosleguarde también destacó por su actuación ante el segundo
novillo de la tarde. Lanceó a la verónica con gusto y manos bajas. El animal
fue muy suelto y desorganizado en el tercio de banderillas, pero Diosleguarde
supo someterlo con dominio y poder cuando inicio con ayudados por bajo la
faena, obligándolo a humillar y seguir la muleta. Toreó con sentimiento al
novillo que tuvo recorrido y calidad, pasándolo con muletazos muy largos por
los dos pitones en una faena importante. No estuvo muy acertado con el acero,
aun así, el público le pidió una oreja, aunque el premio se quedó en la vuelta al
ruedo. Estuvo entregado y dispuesto ante el sexto de la tarde, pero no tuvo
materia para el lucimiento.
En líneas generales
la novillada de Jandilla fue noble y manejable, destacando mas los primeros
tres ejemplares sobre los que salieron en la segunda mitad del festejo. La entrega
de los novilleros fue absoluta y los espectadores -que abundaron en los tendidos-
pudieron disfrutar de la competencia en el tercio de quites, algo que es
necesario en la actualidad. Si no fuera por el mal manejo de las espadas, los
novilleros hubieron cortado varios trofeos.
Imágenes de CMM.
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