Cuando yo era niño y vivía en Inglaterra ya conocía el debate de la vista del toro. Incluso en Inglaterra se cuestionaba si el toro acometia al trapo del torero por ser rojo o si estos animales n son capaces de distinguir colores. Por eso me sorprendio que en el mundo del toro apenas existen estudios sobre este asunto, al contrario, la mayoría de lo que sabemos viene de rumores y sospechas. Sin embargo, la programa de TVE “TendidoCero” ha desvelado en una serie de reportajes las conclusiones de una investigación realizada por un grupo de veterinarios de la universidad de Murcia.
La investigación se
realizó con un gran número de reses lidiadas en plazas de toros de la costa mediterránea
y pretendía responder algunas de las preguntas más comunes con respecto a la
vista de los toros de lidia. Para hacer la investigación se analizó el
comportamiento de las reses en el campo, en los corrales y en la plaza, pero también
analizaron los ojos de ltoros lidiados. El estudio, y el reportaje de Tendido
Cero, han entrado en tres aspectos distintos de la visión del ganado bravo; la
lateralidad de la visión, las posibles alteraciones en la visión del toro y el
campo y agudeza visual del toro.
Los resultados de
esta investigación no solo han proporcionado información científica, sino que también
han respondido a preguntas de gran importancia en el mundo del toro, que podrían
mejorar la lidia y el cuidado de las reses antes de ella. Una de las
conclusiones más interesantes de este estudio fue la del profesor Juan Seva que
se dedicó a estudiar la lateralidad de la visión del toro de lidia. La
lateralidad se considera como el predominio de un lado del cuerpo sobre el otro
a causa de la superioridad de un hemisferio del cerebro sobre el otro. La
lateralidad existe en casi todos los animales (incluyendo los humanos) y el
profesor llego a una conclusión muy interesante con respecto a este asunto.
Resulta que en
los toros bravos suele predominar el ojo izquierdo, ven mejor por este ojo y
por lo tanto prefieren mirar cualquier amenaza por este ojo. Durante la lidia
una gran mayoría de reses demostraron preferencia por empujar con el pitón
izquierdo para tener el objeto amenazante visible en este ojo; suelen empujar
el peto con el piton izquierdo, acometen al banderillero por este lado y las
faenas suelen estar basadas en el toreo con la mano derecha (de tal forma que
el toro ve el engaño con el ojo izquierdo. En adición, se observó también que
cuando el torero recibe al toro en chiqueros, este suele tener una tendencia
natural de ir hacia la izquierda. Al igual que hay una minoría de personas
zurdas, no todos los toros van a tener esta tendencia, habrá muchos toros que
hacen lo contrario. Aun así, parece que esto lo deben de tener en cuenta los
lidiadores cuando están en la plaza.
Por otra parte,
el profesor Juan Manuel Bueno se ocupó de investigar el campo y agudeza visual
del toro de lidia. Quizás la información obtenida en este parte de la investigación
es de más interés para el sector taurino, sobre todo los toreros. Con respecto
al campo visual del ganado bravo pudieron comprobar que los animales tienen una
zona ciega directamente en frente de su cara que se llama la “zona de exclusión
visual”. Cuando el torero se coloca en este sitio se encuentra más seguro y en
menos riesgo al no poder verle bien el toro.
La zona de exclusión
visual es un sitio en forma de triángulo directamente en frente de la res (en
medio de los pitones) que es debido a la distancia que existe entre los ojos
del ganado. Según el profesor, esta zona ciega existe porque las presas (principalmente
herbívoros) tienen los ojos ubicados al lado de la cabeza para poder detectar
posibles depredadores que atacan al animal desde atrás. En resumen, la visión frontal
no es de gran importancia para los bovinos, sino la visión mas panorámica para
detectar amenazas con más facilidad.
Desde hace prácticamente
un siglo el torero sevillano Juan Belmonte revoluciono el arte de torear hacienda
algo que, en aquel entonces, parecía suicidio. Belmonte logró torear con una
quietud nunca visto hasta entonces. Belmonte descubrió que, al ponerse en media
de los pitones el toro tenía la zona ciega por donde no le vio (zona gris), y
entonces, al presentar el engaño en la zona de visión lateral del toro (zona amarilla)
fue capaz de dirigir la embestida del toro alrededor de su cuerpo con gran
seguridad. No fue fácil dominar esta nueva técnica de torear, el toro tiene visión
binocular delantera a una distancia más larga (zona verde) y los toros
castigaron mucho al torero de Triana hasta que esta nueva tauromaquia alcanzó
su máxima plenitud. Es por eso que “cruzarse al pitón contrario” es tan
esencial en la tauromaquia moderna.
Asimismo, fue
confirmado el hecho de que los toros bravos tienen una calidad de visión inferior
a la de un humano debido a la menor cantidad de células, que es lo mismo que
pixeles, que existen en la retina de estos animales. Estas células se dividen
en dos tipos; unos que detectan movimientos (bastones) y otros que distinguen colores y
detalles (conos). Al tener los toros más conos, su visión está más
predispuesta para ver movimientos que colores o detalles. Respondiendo así a una
pregunta de si los toros ven en color o no. El caso es que ven colores, pero no
de la misma manera que nosotros.De tal forma podemos
decir que los colores brillantes de los engaños si afactan la reacción del toro
hacia ellos. sí, por ejemplo, la muleta tuviera un color de menor intensidad o
mas parecido al color del albero, es probable que no captaría la atención del
toro.
Otro tema que fue
estudiado son los posibles defectos en la visión del ganado bravo. El equipo
quiso conocer en detalle las razones por las que muchos animales muestran
problemas visuales en los corrales, algo que suele ser un problema en los
reconocimientos veterinarios. A base de conocer en detalle las causas
principales de los defectos visuales del ganado bravo el equipo pretendía buscar
posibles soluciones para los problemas visuales presentados por los toros antes
de la lidia.
En realidad, hay
un gran número de circunstancias que pueden causar defectos en la visión del
toro como sequedad del ojo o parásitos. En el caso de las infecciones y parásitos
es hay que tener en cuenta las lesiones producidas por estos organismos
extranjeros. Si se trata de un parasito que lesiona la pupila del toro, esto producirá
problemas visuales permanentes para el animal, sin embargo, si las lesiones están
en la pupila es posible que el toro recupere su calidad de visión natural. Detectar
lo que ha causado la lesión seria útil para decidir que hacer con un animal que
muestra problemas con la visión, sin embargo, hay que considerar también lo difícil
que es detectar el problema en si por observar los ojos del toro de cerca.
El profesor
Manuel Sanes, encargado de esta parte de la investigación, también tuvo en
cuenta a los toros popularmente llamados burriciegos. La palabra burriciega se
emplea con frecuencia en el mundo taurino y refiere a los toros que ven mal de
cerca, de lejos o a cualquier distancia. No obstante, se descubrió que la visión
del toro es hipermétrope, ven con claridad a una distancia más larga pero con
menos claridad de cerca. Dicho eso, la palabra burriciego no es necesariamente
acertada, ya que si partimos de la definición de Cossío todos los toros son
burriciegos. En realidad, la condición de burriciego es simplemente la sensación
de el que se pone delante y que está acostumbrado a la visión hipermétrope del
ganado bravo.
Debido a que el
ganado bravo casi siempre tiene la visión hipermétrope, cualquier toro que no
es asi podría parecer extraño para el que se pone delante. Incluso si este
tiene la visión perfecta, tendría una mirada distinta a la de otros animales al
que tendría que adaptarse el torero. Esta visión hipermétrope, al igual que la colocación
lateral de los ojos, es algo que existe para defender los bovinos salvajes, permitiéndoles
ver de lejos a posibles depredadores. Este información, al igual que otros
descubrimientos citados, pueden servir mucho al lidiador, cuyo trabajo es
dominar la res con su inteligencia.
Para concluir, el
profesor Juan Manuel bueno pregunta al final de su entrevista si la tauromaquia
existiría si los toros no tuvieron la visión que tienen. La respuesta es que
no. La tauromaquia, al menos la moderna que ha existido durante los últimos cien
años, está basado en la inteligencia del hombre para dominar al toro. Para
poder torear al toro el diestro debe de conocer bien los terrenos donde puede
colocar, como manejar bien los engaños y como analizar bien las reacciones del
toro en la plaza. No cabe duda de que los resultados de este estudio servirán para
los profesionales taurinos o incluso para mejorar la lidia y el manejo del toro
previo a su lidia.
Para conocer en
detalle los temas analizados puedes consultar el tesis doctoral en formato PDF
y los reportajes de Tendido Cero.
Magnífica entrada. Muchas gracias por esta información. Un saludo
ResponderEliminar