martes, 2 de mayo de 2017

Madrid: 2 de mayo.



La primera corrida Goyesca de Madrid fue un interesante mano a mano entre Diego Urdiales y Paco Ureña con toros de Salvador Domecq (1º y 2º), José Vázquez (3º y 4º) y Victoriano del Río (5º y 6º). Al final las cosas no redondearon debido a la falta de raza del ganado, aún así, ambos toreros pudieron sacar partida a sus oponentes, por lo que se vio cosas muy interesantes. Al final solo corto una oreja el torero murciano, mientras que el riojano se fue de vacío. 

El primero de la tarde que llevaba el hierro de Salvador Domecq punteó en sus embestidas iniciales, algo que no impidió a Paco Ureña salir para hacerle un quite por gaoneras que fue replicado por otro muy torero del riojano por chicuelinas. Después de competir en el primer tercio Urdiales se dispuso a hacer una buena faena que comenzó con buenos ayudados por alto. Fue una actuación sería ante el toro que seguía protestando en el engaño al que Diego aprovechó de su confianza y oficio para estar por encima de su oponente. Tampoco faltaron los adornas artísticos antes de despachar la bestia con una estocada y un intento con el descabello. 

El tercero de José Vázquez fue un toro muy suelto de salida y en el tercio de varas. Mantuvo la misma condición en banderillas y al inicio de la faena,tardando mucho en definirse. Pero a base de poderío y conocimiento Diego se fue metiéndolo en la muleta hasta que le sirvió para hacer una buena faena. Cuando comió la muleta por la izquierda empezó a torear al natural, arrancando los olés del tendido madrileño. Llevo al toro muy largo en los vuelos, sometiendo lo con maestría y dominio. Como siempre muy personal su toreo, con airosos remates y depechos de pitón a rabo. Cuando volvió a pasarlo por el lado derecho el animal ya estaba conquistado y la faena mantuvo su buen nivel. Su mal manejo de los aceros le quitó la oreja. 

Su último toro de Victoriano del Río no permitió ningún tipo de lucimiento. Acudió al caballo que guarda puerta para los dos encuentros y se dolió en banderillas. Urdiales pasó mucho tiempo en la cara del toro sin decir casi nada por la escasa calidad del animal que faltó raza y bravura. Apenas pudo arrancar los típicos remates y adornos de gracia torera que son típicas en la tauromaquia de este torero. Se complicaron las cosas en la ejecución de la suerte suprema porque el toro se defendió mucho. 

El primero de Ureña le permitió torear bien a la verónica pero se lesionó durante la lidia. Muy injusta la actitud del público madrileño hacia el torero que acertó en abreviar. Su segundo, con el hierro de José Vázquez no quiso aceptar el puyazo y fue abanto en el tercio de banderillas. Pero Ureña logró sacarle partida y se puso a torear al natural con temple y profundidad. Llevó con temple las acometidas de la res y metió el pecho en una faena que sirvió para hacer que el público se pusiera a favor del diestro lorquin. Fue una lástima que falló en la suerte suprema, teniendo que usar el estoque de cruceta. Con una buena estocada pudiera haber cortado la oreja. 

El sexto de Victoriano del Río ofreció posibilidades y después del frustrado resultado con el primero y las otros éxitos perdidos con la espada, Ureña estaba dispuesto a dar todo lo que tenía. Se puso en los medios para hacer el cartucho de pescado para seguir pasando el toro al natural, metiendo la pata y dejando la tela debajo del hocico. El toro desarrolló cada vez más genio y hubo muchos momentos de tensión. Pero a Ureña no le importaba eso y se quedó en la cara del toro hasta que llegó el momento de tirarse encima del Morillo y dejar una estocada precisa que le valió una oreja ganada a ley. 



Diego Urdiales 



Paco Ureña. 


Imágenes de Telemadrid.es 

No hay comentarios:

Publicar un comentario