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Larga cambiada de Pablo Aguado.
Los toreros son unos verdaderos ejemplos de la sociedad. Todos lo son, desde el novillero más joven hasta la figura más grande, son unos héroes. Lo dejaron muy claro los tres novilleros que abrieron hoy la feria taurina de Olivenza; pusieron todo su empeño en hacer que el festejo fue adelante a pesar de la mala clima, incluso después de regresar casi media hora el inicio del festejo. Al final el público fue muy frío con Pablo Aguado, Leo Valadez y 'Toñete'. Tampoco ayudó la poca fuerza de la novillada bien hecha de El Parralejo, no obstante, se vieron cosas muy importantes y tanto Aguado como Toñete obtuvieron un premio.
El sevillano Pablo Aguado realizó la faena más completa de la tarde ante el cuarto novillo de la tarde, un animal con prontitud, clase y bravura que Pablo recibió de rodillas en chiqueros. El novillo acudió con ganas al peto después de que el sevillano lo toreó bien de capa. La res mantuvo su galope en el último tercio y embistió con calidad. Pablo Aguado supo aprovechar las buenas condiciones de su oponente y se puso a torear con temple y gusto sevillano. Ligo series templadas por la diestra, además de muy buenos naturales. Tampoco olvidó los detalles de torería sevillana en una faena que terminó con una serie al natural. Pincho antes de matar y cortó una oreja que pudiera haber sido dos. El primero de la tarde no permitió el lucimiento salvo escasos detalles.
Por otra parte el novillero 'Toñete' obtuvo un apéndice del tercero de la tarde, un novillo que dominó con poderío y seguridad. En el recibo de capote se pone a torear bien a la verónica y remata con una media muy torera. Al comenzar su faena de muleta el animal le pega una tremenda voltereta, 'Toñete' se levanta y vuelve a la cara del novillo ante la ovación del público. Somete la bestia por el pitón derecho llevándolo con la mano bajísima y los pies bien asentados en el suelo. Por la derecha el novillo obedece pero por el pitón izquierdo le mira, de todos modos el novillo viene abajo en la segunda parte de la faena que solo se mantiene con la voluntad del novillero. Mata bien y corta un trofeo. Sale con ganas para hacer la faena al sexto pero su adversario acusa la falta de fuerza cada vez más. 'Toñete' se arrima, dejando rozarla los pitones pero la faena no llega al público.
El mexicano Leo Valadez tuvo muy poca suerte en el sorteo, encontrándose con un lote que dificulta su lucimiento. El segundo de la tarde cayó y lastimó una mano, sin embargo, no lo devolvieron. Valadez inició la faena por estatuarios y toreó con la figura erguida, pasando el novillo con temple pero sin exigirlo. La res volvió a caer en numerosas ocasiones y fue despachado con múltiples pinchazos. Toreó de forma lúcida al quinto con el capote, destacando un quite por zapopinas. Brindó al público antes de ponerse de rodillas para comenzar su faena. No servio para mucho su entrega ya que la blandura del animal imposibilitó cualquier forma de lucimiento.
Imágenes de Canal Extremadura.
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