La corrida de toros de Dolores Aguirre ha destacado mas por sus buenas hechuras que por su comportamiento. La corrida ha faltado bravura y los toros se han defendido ante los engaños, dificultando el lucimiento de los diestros que han hecho un gran esfuerzo para sacar lo poco que tenían sus oponentes. Fernando Robleño, Alberto Aguilar y Román han salido con seis silencios, silencios respetuosos de un público que ha querido reconocer el esfuerzo de los actuantes pero que no ha podido ver a ninguno de los tres diestros cuajar un toro. No obstante, la corrida ha sido interesante para los buenos aficionados y la disposición de los toreros ha impactado a los espectadores.
Fernando Robleño ha aprovechado de su buen oficio y capacidad torera para despachar a su lote. Comenzó llevando el primero de la tarde a los medios. Fue un toro sin entrega que nunca terminó de meterse en el engaño ni regaló una buena embestida. Brindó a Joaquín Bernardo una faena importante en la que exprimió series por ambos pitones con el toro de embestida áspera y sin entrega. Mató al toro berreón con una estocada. El cuarto fue un toro muy deslucido en los primeros tercios que exhibió su poca bravura y falta de casta. En el último tercio Robleño fue capaz de robarle algunos muletazos, pero fue un animal fuerte y violento que solo acometió hacia tablas. Una estocada baja sirvió para acabar con la bestia.
Alberto Aguilar hizo lo mejor ante el segundo de la tarde, un toro en tipo de esta ganadería que valió para el toreo de muleta. Fue un toro que se desplazó más en el capote pero buscaba las tablas y fue suelto en varas. Después del brindis a Joaquín Bernardo lleva el toro a los medios donde liga varias series por la diestra. El animal tiene la virtud de humillar y Aguiar aprovecha estas embestidas para torear con firmeza y seguridad. No duró demasiado el toro y los varios golpes de descabello eliminaron la posibilidad de cortar un premio. Vuelve a plantar la faena en los medios con el quinto, un toro bien hecho pero sin casta. El animal se defiende y desarrolla genio, por lo que no es posible lucirse con el animal.
Román estuvo voluntarioso con los dos adversarios, dejando dos faenas interesantes con los aguirres. El tercer bis aparentó su falta de casta de salida pero empujó en el peto. El valenciano estuvo decidido con la muleta y ligó una faena muy interesante de gran entrega con el toro que no transmitió por su falta de calidad. Fue una demostración de oficio y valentía que no coincidió con la escasa decisión y entrega con que entró a matar en los dos pinchazos y estocada que acabaron con la res. El sexto también fue un toro suelta de salida pero Román salió a torearlo con decisión a la verónica. Se empleó en el caballo pero embistió un poco a la defensiva en el último tercio. El valenciano le robó una faena de voluntad y entrega y terminó con una media estocada que acabó con la bestia.
Imágenes de Telemadrid.
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