El primero de la tarde, un Miura imposible que arrancó con la cara alta y volviendo la cara en busca del cuerpo del diestro cayó en manos de Rafael Rubios 'Rafaelillo'. Fue lidiado y despachado con la buena voluntad y el oficio de este gran torero de Murcia que saludó a sus dos toros con largas cambiadas de rodillas. La faena al cuarto fue una verdadera lección magistral sobre cómo lidiar con brillantez un toro de Miura. El animal se chocó contra un burladero y se cayó al suelo dando para algunos la impresión de que no se recuperaría el toro del encontronazo, se equivocaron.Toreó con firmeza y seguridad con la mano diestra en una grandiosa faena que inició poniéndose de rodillas. Además de torear bien en redondo al toro apretado y violento vimos también molinetes de rodillas y desplantes espectaculares en las que Rafaelillo se pusó de rodillas y tocó los pitones de la res. Mato bien y el público quiso premiar su faena entregada con un apéndice pero este premio terminó en una vuelta al ruedo al negarse el presidente a conceder la oreja.
Dávila Miura ha visto hoy la cara y la cruz de la fiesta. El segundo bis fue el más noble de la corrida y obtuvo de este toro la única oreja de la tarde mientras que en el quinto bis sucedió todo lo contrario. Las veronicas de Dávila Miura demostraron su gran seguridad y oficio, pasó al toro por las telas echando la pata pa'alante y ganando terreno para luego rematar con una media de cartel al toro que picó bien Manuel Jesus Ruiz 'Espartaco' en el primer encuentro. Miura y Miura se dieron entonces la cara en una buena faena en la que el Miura que se encontraba vestido de luces aprovechó de la nobleza de su oponente bovino para ejecutar lances de gran calidad. Toreo con temple exquisito, bajando los manos y llevando embebidas las acometidas que, por la condición física del animal eran más suaves que las de sus hermanos. Remató la faena con una estocada en los rubios que por sí sola valía la oreja que fue concedida por el presidente. En su segundo turno el torero sevillano tenía todo en contra, las cortas arrancadas del toro, el viento y el tremendo derrote que pegó el toro que fácilmente le pudiera haber causado una herida. No obstante Eduardo Dávila Miura ejecutó muletazos de gran importancia pero luego escucho dos avisos.
Javier Castaño tuvo menos suerte, ninguno de sus toros le ayudaron a brillar en el ruedo pero si fue capaz de exhibir su oficio y su gran capacidad para resolver las dificultades de los toros más complicados. Estuvo valiente y muy por encima de su primero, un toro muy difícil y de acometidas violentas al que pegó una buena estocada pero luego tuvo que rectificar con el descabello. En la lidia del sexto destacaron dos pares de banderillas colocadas con maestría y brillantes por el banderillero Fernando Sánchez que fue calurosamente ovacionado por el público. El toro fue muy quedado en el último tercio y cuando si obedeció el engaño lo hizo sin entrega ni recorrido. Castaño volvió a coger el descabello para acabar con su adversario.
Grabaciones de Canal+ Toros.
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