viernes, 4 de septiembre de 2015

Diego Urdiales y Favorito, un encuentro para la historia.


Ha pasado ya una semana del triunfo de Urdiales en Bilbao y sigue en boca de todos. Todos los periódicos y las revistas especializadas hacen referencia al encuentro del torero de La Rioja con el toro 'Favorito' de la ganadería de Alcurracén. Incluso en mi país de Inglaterra algunos medios de comunicación Británicos han hecho eco de lo sucedido como The Guardian publicando fotos de la faena en su web. Y no me sorprende que aquella actuación ha tenido tanta repercusión, es uno de estas tardes que quedara siempre en la historia del toreo y de Bilbao. Tampoco será una sorpresa para el torero, lleva ya muchos años luchando y persiguiendo este triunfo que el final ha llegado. 

Y ahora en todas las tertulias, en todos los bares, los cafés y puntos de encuentro para los aficionados se habla de Diego Urdiales. También hablaban antes de Diego, pero con mas timidez, con mas especulación y fueron solo los buenos aficionados los que supieron que allí había un gran torero. Pero después de Bilbao su nombre tiene el mismo impacto que decir Ponce, o decir Morante o cuando se dice El Juli, Diego Urdiales es un gran torero y ahora lo gritan todos sin timidez ni especulación. Todos se acuerdan de él, incluso los que no vieron la corrida hablan de su empaque, de su naturalidad, de su temple, de estos naturales... Podría seguir todo el día, y es que uno se suspira al ver algún foto o cuando se ve un vídeo de la faena. 

Lo primero que vi yo de aquella faena fue la foto de Urdiales sentado en el estribo y llorando como un niño pequeño ¿qué ha pasado? Ya estaba claro que lo que había pasado fue algo muy importante y el resto de la fin de semana espere sin paciencia para ver las crónicas en la prensa. No me decepcionaron, las imágenes fueron impactantes y las crónicas escritas describieron una lección magistral del arte de torear en su forma más natural y mas pura. Merece la pena guardarlo, son cinco los toreros que han salido por la puerta grande de Bilbao a lo largo de este siglo y no creo que esta lista va a crecer de forma rápida. 

La primera faena fue un prólogo a lo que estaba por llegar. Una demostración de la capacidad de Urdiales ante un toro con algunas cualidades y algunos defectos. Fue una faena muy medida con la mano derecha en la que toreo al toro en tandas muy cortas de tres o cuatro muletazos. El toro regalo embestidas humilladas y con clase pero protesto a partir del tercer o cuarto muletazo por lo que fueron más cortas las tandas. No acepto el toro la muleta cuando se puso a torearlo al natural y Diego no logró sacar ni un solo pase del pitón izquierdo. Poco importo, el pitón derecho del toro fue la derecha, seguía toreando al toro con naturalidad, torería, temple y ese pellizco que tiene la tauromaquia de Diego Urdiales. Remato la faena con una grandiosa estocada en los rubios, primera oreja.  

El cuarto toro demostró su ímpetu en el recibo a la verónica, algo que no es habitual en el encaste Nuñez. La faena lo empezó llevando el toro a los medios con confianza y mucha torería. Las primeras tandas con la derecha en alentaron al público y prometieron algo muy grande. Toda la faena lo hizo con suavidad y temple, tanto el toro como el torero. Tanta clase tenía el toro que no necesitaba el cite para embestir, Urdiales simplemente metía la tela bajo el hocico y el animal lo persiguió muy despacio el engaño y arrastró el hocico por la tierra. Con la derecha cargo la suerte y volvió a dibujar muletazos muy toreras con su gusto personal, cuando toreo al natural llevo mas largo al toro con el mismo empaque.  Toreo de frente al toro ofreciéndole el pecho y salía de la cara del toro con un estilo y un gusto muy espacial que pocas veces se ve. 

Una bonita serie de muletazos por bajo incluyendo unas trincheras de estampa muy bella sirvieron para acabar la obra y entonces perfiló ante el toro para matar. Una faena bien medida, hizo todo lo necesario para lucirse pero sin nada excesivo, dos tandas por la derecha, dos al natural y unos mas en la derecha para terminar. Si hubiera querido hacerlo pudiera haber seguido toreando y estoy seguro de que habría podido hacer mas cosas importantes, pero no tenía que hacerlo ni tampoco necesitaba hacer nada mas.  Se tiró una vez mas con toda la fe del mundo y al igual que en el primer toro quedo el estoque entero clavado en los rubios y el toro cayo sin puntilla.  El presidente, emocionado como los demás sacó los dos pañuelos sin pensarlo. 

Diego Urdiales ya tenía lagrimas en los ojos, abrazó a su mozo de estoques y a sus hermanos antes de sentarse en el estribo y empezar a llorar con la consolación de sus banderilleros. Mientras él lloró y todos se abrazaron en el callejón celebrando el triunfo de su torero el toro 'Favorito' fue arrastrando recibiendo una gran ovación del público. La vuelta al ruedo fue clamorosa con las dos orejas en la mano. 'Estoy en la gloria' exclamo a las periodistas, y vaya que si lo esta. Porque ahora, aquellos aficionados, seguidores suyos que antes mencionaron su nombre con timidez y especulación ahora lo gritan con la seguridad de que ellos vieron, antes de los demás, a un grandioso torero. Un torero que quedara para siempre en la historia de Bilbao, en la historia de La Rioja y en la historia de la tauromaquia, este torero es Diego Urdiales. 


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