martes, 25 de agosto de 2015

Si no hay tomates...

Hoy en Añover del Tajo se ha celebrado una corrida de toros, o mejor dicho, una corrida de bueyes. Y es que pese a ser bien presentados, ninguno de los seis toros de la ganadería de Diego Puerta ha sido bravo. Para lidiar los 'toros' estuvieron presentes tres matadores de alta nota, Eugenio de Mora, Fernando Robleño y Manuel Escribano. Son tres diestros muy conocidos entre los aficionados y eran mas que capaces de crear un gran espectáculo, pero como ya he dicho, si no hay tomates... 

Abrió la corrida Eugenio de Mora con un mozo bien hecho como el resto de sus hermanos, pero ya manifestó de salida su condición de manso. Fue a los medios y se puso a escarbar, nada mas, no acepto ningún capote, ni escucho las llamadas de los banderilleros, solo escarbó. Eugenio paso demasiado tiempo ante la cara del toro, logró sacarle una faena a base de firmeza y toreo a la res en las distancias cortas obligando el toro a aceptar el engaño para sacar un derechazo tras otro, fue premiado con la oreja del toro. El cuarto toro tenía cumplido los cinco años de edad y se le notó. Ya en el tercio de banderillas se dio cuenta de que el animal frenó mucho y tardó en venir. A partir del recibo con la muleta el toro pegó medias arrancadas que no eran potables. 

Fernando Robleño tiene mucho oficio y lo dejo muy claro en su actuación. El segundo toro parecía tener mas viveza de salida, sin embargo, al llegar a la faena el toro no le dejo pegar ni un solo muletazo y Robleño tuvo que ir directamente a por el estoque. Recibió al quinto con verónicas de mucho empaque que despertaron el entusiasmo del público. Pero el toro fue como sus hermanos y manifestó en el peto que no tuvo ganas de pelea. En el último tercio el toro se rajó en tablas pero Robleño fue capaz de sacar muletazos templados al toro con dominio y control, incluso saco algunos pases con la mano izquierda. Pero al final de la faena el toro metió el cuerno en el brazo de Fernando y el torero estuvo varios segundos en el pitón del toro. Le llevaron directamente a la enfermería y el toro fue estoqueado por Eugenio de Mora. 

Manuel Escribano, al igual que sus compañeros no tuvo tomates, sin embargo, se puso a hacer gazpacho. Saludo a su primero con verónicas de manos bajos. En banderillas creo un gran espectáculo colocando dos pares al encuentro con limpieza y oficio, el último par lo puso de forma muy espectacular al quiebro y muy cerca de las tablas. Empezó la faena pasando el toro por alto en tablas, luego saco alguna tanda al toro. Cuando se rajo lo dejo pasar muy cerca y se vino encima del animal, corto la oreja. Puso las banderillas con mucha profesionalidad al sexto de la tarde, otro toro sin casta ni clase. En la faena saco muletazos con ambos manos pese a que el toro seguía embistiendo de forma muy informal y sin clase. Pincho al primer intento y el toro tardó en caer, aún así corto un trofeo logrando la salida a hombros. 
 

















Imágenes grabados en Castilla-La Mancha TV. 

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